viernes, 31 de julio de 2015

Booktube-A-Thon 2015


En el mundo de booktube se generó algo llamado "Booktube-A-Thon" que, como el nombre lo dice, consiste en una maratón de lectura de libros. No sabía si participar; he tenido bastantes cosas que hacer y en realidad en cualquier momento, como anda la cosa, vuelvo a clases y mis intenciones de hacer algo que NO sea irme de cabeza a estudiar, se esfumarían, pero bueno, he decidido hacer otra cosa en su lugar...

domingo, 26 de julio de 2015

Abuela Gallo

"Nadie te dice cuánto pesa la ausencia ni cuanto tiempo dura" -Jandy Nelson


Elsa
Hace tres meses, el 26 de abril de este año, falleció mi abuela paterna. Ha sido una de las experiencias más fuertes que creo haber vivido, sin embargo una de las que menos menciono. Ya irán viendo con el tiempo y las entradas de este blog, que me resulta fácil hablar de la huevada que sea que hable, pero esta en particular es una que me produce extrañeza e incomodidad, de hecho tanto así que esta es la quinta o sexta vez que escribo esta entrada porque no sabía bien hacia donde quería apuntar. 

En su momento no me pareció demasiado prudente ni hablar del tema ni expresar u opinar al respecto, de hecho, me parecía un poco egoísta. Jamás fui el nieto más cercano a ella, y mis tías y mis padres estaban pésimo, al igual que el resto de parientes, por lo que no podía aportar más angustia. Uno puede contenerse, tampoco es tan difícil, además, esta situación no fue de golpe ni de zopetón, ya todos sabíamos lo que venía. 

Escuché varios comentarios al respecto, de lo diferente que es perder a alguien de manera repentina
Su pieza.
como en un accidente, a verle morir de a poco, como se le apaga la mirada, la voz; y no puedo comparar porque no he tenido la posibilidad de perder a alguien en un accidente –y no quiero tenerla jamás–, pero en base a mi experiencia y a mi capacidad especulativa –de eso tengo bastante– sí me imagino que es hiper distinto. Como ya dije antes, no creo que sea comparable el dolor que sentí yo al que sintieron mis tías o mis padres, quienes iban regularmente a cuidar de ella en sus últimos momentos, o quienes la conocieron desde antes, quienes pasaron muchas más cosas con ella; ellos la habían comenzado a perder desde antes.

No puedo y no se si quiera ponerme en el lugar de ellos, si yo aún no puedo superar lo que fueron esas últimas semanas, de sólo pensar en lo que han sido para el resto, me convierto en un ovillo con moco y lágrimas. Entro en la casa que fue suya y cada rincón espacial me transporta a uno temporal –que, mal, creo haber olvidado–. Es ahí cuando repudio el escepticismo que me he inculcado y que me ha rodeado desde hace años, cuando quiero creer que hay algo más allá, algo post mortem. Pero de que hay algo que trasciende, lo hay; en las fotos que ha tomado mi prima –quien me autorizó a compartirlas aquí–, en las plantas, en los zapallos, en nosotros, todos horrocruxes.

Todo se ve muy reciente, y creo que por mucho que intentemos evitar o reprimir cosas, estas al final de un momento a otro nos pasan la cuenta, porque el dolor se puede disimular, pero no desaparece, y como bien dicen en "Bajo la Misma Estrella", "El sufrimiento demanda ser sentido"... O algo así. Por eso no es bueno posponer, ni las tareas, ni el trabajo, ni el estudio, ni el llanto. Existe una pérdida a nivel físico; y no existe ctrl + z que pueda repararla o revertirla, pero me aferro desesperadamente al recuerdo, al menos por ahora; porque este sigue intacto, al igual que nuestra relación, pero sólo han pasado tres meses, y espero en algún momento las heridas sanen, porque tengo oído que los pollitos no tienen buena cicatrización, algunos nacen con su ombligo sin cerrar, y ustedes ya saben que yo tan sólo soy un pollo, uno más.

sábado, 25 de julio de 2015

Winger - Andrew Smith

Ryan Dean West es un chico de 14 años que cursa su grado junior en un internado para niños ricos. Vive en el Opportunity Hall, dormitorio para jóvenes problemáticos, y comparte dormitorio con el mayor bravucón del equipo de rugby. Está completamente enamorado de su mejor amiga Annie, quien lo ve como un niño pequeño. Con la ayuda de su sentido del humor, sus compañeros de rugby, y su afición a hacer tiras cómicas, Ryan Dean logra sobrevivir las complicaciones de la vida e incluso encontrar un poco de felicidad por el camino. Pero cuando lo impensable sucede, tiene que aprender a aferrarse a lo que es importante, aún cuando siente que todo se derrumba a su alrededor. Llena de dibujos e ilustraciones complementarias y narrada en una voz acorde a la historia, esta novela realista de la experiencia de un adolescente golpea un equilibrio excepcional entre lo alegre y lo desgarrador.

Desde hace tiempo que le tenía ganas a este libro, y es que algo había escuchado en booktube y parecía ser bien entretenido y de fácil lectura, así que me confié; me dije que para pasar el rato estaba bien, y a penas tuve la chance de comprárselo a un amigo, salté salvaje a lo "shut up and take my money" y empecé a leerlo.

En un comienzo debido a la entretenida y realista narración de nuestro protagonista ‒apodado Winger debido a su posición en el rugby‒, uno se confía, uno cree que se topará con una historia ligera, entretenida, pero fácil y básica... Y sí, es bastante entretenida, pero página tras página te vas dando cuenta de que no era ni tan básica ni tan ligera como pensabas, al contrario, te topas con una trama real, cruda y muy bien montada, apañada por personajes notables, fuertes y fáciles de identificar. 

Pero una maravillosa historia debe ser contada de una manera igualmente maravillosa, y Andrew Smith parece tenerlo claro; y es que las ocurrencias e ilustraciones que ayudan a Ryan a narrar su historia, no sólo le dan dinamismo a la trama, también añaden ese toque de humor pícaro e inmaduramente propio de un joven que está en plena pubertad. Ryan te habla desde las vísceras sin miramientos, te habla de lo mucho que le calientan los pechos de la enfermera, de lo mucho que le puede doler un golpe en las bolas en pleno partido, de lo jodido que es embriagarse y tener clases a las ocho de la mañana, y es por eso que cualquiera puede empatizar con su persona. Él es el menor de su grupo de amigos, porque tiene 14 años y no se siente cómodo con los chicos de su edad, pero a veces tampoco logra encajar con los más grandes y es ahí cuando, de a poco y de forma imperceptible, el destino parece tornarse en su contra.

Con un dinamismo que no me canso de mencionar, Winger aborda temas tales como el acoso escolar, el crecimiento personal, la pubertad y la sexualidad en general ‒todo esto sólo en cuatrocientas y pico páginas‒, con un final que, mientras más cerca se encuentra, más desgarrador e intrigante se vuelve. Sí, el final de este libro me dejó con los ojos llorosos y una extraña sensación en el corazón, porque no contento con jugar emocionalmente con los lectores, Andrew Smith ha sacado una segunda parte titulada Stand Off que, creo, se publica en septiembre de este año, pero no se aún si estoy apto para leerlo.

Para terminar ya con tanto blabla, a modo de síntesis, debo decir que Winger es un libro sumamente recomendable, sobre todo si te encuentras en plena pubertad o adolescencia y quieres leer algo con contenido que te identifique, pero con personajes originales y sinceros que te hagan reír a carcajadas, y un final que a nadie dejará indiferente.
"Joey told me nothing ever goes back exactly the way it was, that things expand and contract- like breathing, but you could never fill your lungs up with the same air twice"

PD: Lo único malo del libro es que aún no ha sido traducido al español :'c 

viernes, 24 de julio de 2015

Pollo corazón

Puta que soy hueón pollo pa' mis hueas, y no es una sorpresa en absoluto, pero siempre, Pollo, siempre te pasa esto. Debería dejar de tomar malas decisiones, aunque en estas cosas, como dice la gente, uno no manda, el que manda es el pene corazón, el cerebro, el sistema nervioso cuando me pongo crazy cada vez que le veo, el sistema digestivo cuando me da cagadera si me abraza, el sistema oseo cuando su cariño me cala los huesos.

Pero ahí estás, pollo como tú solo, pensando en lo maravillosa que es la amistad que tienen; la confianza, el cariño, la buena onda, la tolerancia, lo irrelevante que es el hecho de que no sean más que eso, porque le quieres, porque crees que el tipo de relación y dinámicas que tienen es suficiente... Y durante mucho tiempo lo es, que rico que confíe en ti, que recurra a ti cuando le pasa algo, porque es mejor tener una relación de confianza y cariño a no tener nada, pero no me vengay a hueviar que yo se que si le ves besando a otra persona, por mucho que te preocupe su bienestar, la incomodidad y la lata no te la quita nadie. Porque sabes que mientras él te mira como a un amigo, incluso como a un hermano, tú a él sólo le verías como hermano si fueran parte de la familia Buendía en Cien Años de Soledad, porque ahí el incesto era algo que se daba y que ricobuenaonda.

Sin embargo uno se siente entre la espada y la pared, porque hay cariño porque hay confianza y con eso debería bastar, y temes que si dices algo, las cosas se tornen incómodas, porque si él no se incomoda debido a su gran nivel de madurez –otra de las tantas cosas por la que nos fascina ♥– te terminarás incomodando tú, porque eres un pollo, porque de una u otra manera te expones y vulneras, entonces debes elegir si sincerarte, corriendo el riesgo de que te rechace –que al paso que vamos es lo más seguro– o hacerte el lindo y dejarla piola nomás, como el buen pollo que eres.

Sea lo que sea que uno elija al final corre un riesgo y sufre consecuencias, ya sea para bien o para mal si le cuentas, puede que te diga "ven a mis brazos amor mío" y vivan felices para siempre, o que te diga "jeje... No.", te incomodará la situación y tarde o temprano si no lo superas, te alejarás... Pero si no le cuentas nada, seguirás en el mismo lugar, como pollo, viendo cómo se relaciona con otras personas de manera "afectiva/sexual", deseando ser tú una de esas personas; pensando que algún día de la nada el onvre dirá "¿sabes? me di cuenta de que te amo"... Y es que si ya llevas en la misma situación uno o dos semestres y no te ha dicho nada, complicado lo veo.

Bueno, no fue mi intención escribir esta situación y contarla en tercera persona, porque es algo que me pasa a mí y que a mucha gente polla puede que le pase, pero algo hay que hacer, no podemos seguir en el cascarón de nuestra zona de confort, ¿entonces alzo el vuelo cual halcón embravecido o me limito a ser tan sólo un pollo más?

jueves, 23 de julio de 2015

Soy terrible pollo

Cuando nací, el doctor en vez de decir "es un niño" o "es una niña", ha de haber dicho "es un pollo", porque lo ahueonao y lo pendejo no me lo quita nadie.

No se cómo me las he apañado, pero las malas decisiones son las que han orientado mi existencia, tal vez el nacer fue una mala decisión, pero eso ya no fue mi culpa, a mí nadie me preguntó si quería nacer, yo no elegí vivir como esa chica que cayó de un tren, perdió sus extremidades y aún así siguió adelante y escribió un libro –anda a saber tú si se cansó menos escribiendo con una prótesis–, no, yo vivo por inercia, como cualquier pollo de esta época. Ahora bien, no quiero ser malinterpretado; estaría mintiendo si dijera que todo en mi vida es una tragedia, un drama, de hecho llevo veinte años buscando un clímax, pero no, mi vida no es un drama y está lejos de serlo.

Tengo un techo en donde vivir, tengo mi lecho, mi núcleo familiar no es perfecto, y tiene problemas, pero hay un núcleo por lo menos –según expertos psicoanalistas y otros fanfarrones, eso es algo muy bueno–, no tengo una enfermedad terminal o, hasta ahora, no me han detectado nada, y poseo un canal de youtube en el cual me puedo dar el tiempo de hacer y decir estupideces, así que vamos que lo tengo bastante bien, hay personas que no tienen tiempo para estupideces, personas que trabajan, que deben mantenerse y mantener a otros, personas que deben enfrentarse a la realidad, yo no la enfrento, yo la miro nomás, a lo lejos, la meo, pero no la enfrento, le grito, la insulto, la evado.

Y hablando de realidad, estoy estudiando Pedagogía en Filosofía –les dije, soy un cúmulo de malas decisiones–, interesantísima y curiosa carrera que, con el tiempo, noté que no me gustaba lo suficiente ni me entretenía demasiado, pero vamos que ya voy en mi tercer semestre y bueno, no todo es tan malo, mi horario no agobia demasiado, y las personas que he conocido, en su mayoría, son un encanto, me agradan bastante y tienen sentido del humor. Me encanta la gente con sentido del humor, imagínense... "gente CON SENTIDO..." Eso ya es algo, ahora, más encima, es un sentido DEL HUMOR. Maravilloso.

No. Soy bastante piolein, normal, fome, y ahora es cuando te puedes preguntar –porque yo me lo pregunté ahora también jiji– "¡¿pa' qué escribes un blog entonces?!" Pues lo hago por lo mismo por lo que escribo siempre, por lo mismo por lo que haces caca cuando vas a sentarte al baño, por lo mismo que comes cuando tienes hambre. No. No porque pueda, si no porque lo necesitaba, me hacía falta, además, no me vengas con hueás que, al ojo, puedo decir que la gran mayoría de la gente común y silvestre tiene una vida igual de normal y piola, porque yo no soy el único pollo salvaje con wifi, soy tan sólo un pollo más.